6. Responder al daño como comunidad

La justicia restaurativa invita a toda la gente en la comunidad a responder a las múltiples formas de daño y apoyarse mutuamente en la sanación. Tales esfuerzos de toda la comunidad son más fuertes y más sostenibles que los dirigidos por una o dos personas, y amplían drásticamente las herramientas que tenemos para abordar los daños, lo que hace posible aprovechar las muchas relaciones, la sabiduría y la capacidad distintivas (¡incluyendo el tiempo! ) del personal, el estudiantado, sus familias y gente del vecindario. En particular, escuchamos a la gente que participó acerca de cuánto se gana cuando el estudiantado lidera respuestas restaurativas al daño en sus comunidades.

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La justicia restaurativa nos pide que transformemos la manera en que respondemos al daño y al conflicto cuando ocurre. Un grupo que participó enfatizó cómo la justicia restaurativa ayuda a las comunidades a repensar y “normalizar” el conflicto, reconociendo que es inevitable y no una señal de fracaso o falta de seguridad. Reconociendo, como dijo Morgan, que “somos humanos y el conflicto existe”, la justicia restaurativa nos ayuda a aprovechar las relaciones y las prácticas clave para abordar los conflictos y daños en maneras que promueven la seguridad y la sanación de todos la gente involucrada. Los que participaron dejaron claro que el daño puede tomar muchas formas: interpersonal, institucional, estructural, el cual no ocurre de manera aislada y no siempre está nombrado en los códigos de disciplina escolar. Este reconocimiento nos ayuda a ir más allá de las ideas estrechas sobre “cambiar el comportamiento del estudiantado” y hacia una comprensión holística de que toda la comunidad (la juventud y gente adulta) puede causar daño y ser perjudicada, y que toda la comunidad merece oportunidades para sanar y crecer.

La justicia restaurativa nos pide que nos concentremos en las necesidades de sanación de los seres perjudicados, mientras también apoyamos a los seres que han causado daño para que asuman la responsabilidad – con acciones, no sólo palabras – de abordar las necesidades insatisfechas. Este enfoque dual es una parte esencial para comprender las causas fundamentales individuales e institucionales de por qué ocurre el daño y las maneras de transformarlo. Muchos que participaron describieron una creencia fundamental en sus culturas escolares y en la práctica restaurativa de que la gente comete errores, pero nadie es desechable; esta mentalidad transforma estos momentos difíciles, de fuentes de vergüenza a oportunidades de crecimiento y sanación. Y al hacerlo, continuamos desarrollando prácticas, habilidades y conocimientos para responder y prevenir daño en el futuro.

La juventud y la gente adulta describieron experiencias poderosas en la forma en que los círculos de respuesta al daño les brindó la oportunidad de hablar y la oportunidad de escuchar. Escuchamos cómo se fueron con un mejor entendimiento de la gente con quien estuvieron en conflicto, mientras también sintiéndose que la otra gente les escuchó, respetó y comprendió. Como A. Geis explicó su experiencia al facilitar un conflicto entre dos personas de la comunidad estudiantil, “Hicimos las preguntas de por qué. Una persona habló primero y la otra persona tiene el tiempo para hablar… no fue como que, interrogarles o empujarles a decir que estaban mal. No, sólo fue compartir lo que se sintió.”

Pero también escuchamos ocasiones en que la gente sufrió daño y no se sintió adecuadamente atendida por el personal de la escuela, lo que generó una segunda capa de daño. Para un par de personas, se sintió como si el estudiantado que causó daño fuese el enfoque principal de la respuesta ‘restaurativa,’ alejándose de la promesa sanadora de la justicia restaurativa. Algunos miembros del personal hablaron sobre el delicado baile de abordar de manera restaurativa las causas fundamentales del daño, mientras se aseguran de no centrar a las personas que causaron el daño – especialmente cuando la capacidad del personal es limitada.

Y el personal habló de la tensión de navegar la línea a veces borrosa entre las respuestas restaurativas y punitivas en las escuelas, con la presencia continua de la suspensión. Dos miembros del personal hablaron sobre cómo tratan de mantener un espíritu restaurativo cuando hay una suspensión: asegurándose de que la persona sepa que todavía es parte de la comunidad, permaneciendo en contacto constante, brindando apoyos y abordando la causas fundamentales de lo sucedido. Ambas personas dijeron que la distancia física temporera puede ser útil para que toda la gente tenga espacio para sanar, pero aún hay cercanía emocional. Por otro lado, otro miembro del personal describió inclusive la posibilidad de suspensión como algo que limita la capacidad de las escuelas para ser verdaderamente restaurativas. Y algunas personas del estudiantado y del personal hablaron sobre la importancia de que el estudiantado esté dispuesto a participar; como explicó Sad C., las prácticas restaurativas se pueden “usar de manera muy punitiva … como “tienes que ir a un círculo … Está derrotando todo el concepto porque no hay autodeterminación. Es como otra forma de castigo.”

Escuche las voces de la comunidad

Escuche al estudiantado, los progenitores y el personal educativo sobre sus visiones de cómo podría lucir cuando respondemos al daño restaurativamente, como comunidad.

Trabaje a través de la contradicciones

Los Diagramas de Desahogo nos ayudan a reflexionar acerca de los retos, complejidades y contradicciones de hacer este trabajo, y descubrir cómo podemos seguir avanzando. Aquí yace una de las grandes tensiones que hemos escuchado de la gente que ha participado sobre las respuestas restaurativas al daño en las comunidades escolares.

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Nadie debería ser lastimado en la escuela

Todo el mundo causa daño a veces

Hable con su comunidad

¿Cómo luce esto para usted y la gente en su vida? Use las indicaciones a continuación para explorar ideas sobre conflicto, daño y sanación en su escuela y comunidades, sentando las bases para comprensión comunitaria y para hacer cambios. (Échele un vistazo al Kit de Herramientas de las Conversaciones Comunitarias para obtener guías descargables para facilitar discusiones sobre este proyecto).

Hágalo que suceda

La juventud, el personal educativo y los progenitores con quienes hablamos compartieron ejemplos increíbles de respuestas restaurativas al daño en sus comunidades escolares, centradas en la sanación, al igual que las visiones del mundo por el cual debemos seguir luchando…Así luce la justicia restaurativa cuando es En Nuestros Términos.

Construya práctica escolar

Aquí hay ideas específicas de cómo las comunidades escolares pueden responder al daño de una manera restaurativa, como comunidad.

  • Cree un proceso simple y accesible para que cualquiera en la comunidad escolar pueda solicitar un círculo, con personas designadas y tiempo para responder a esas solicitudes.
  • Determine quién es la persona más adecuada en la comunidad para facilitar cada respuesta a cada daño (conversaciones de preparación individuales, mediaciones, círculos) en base a una variedad de factores, incluyendo las relaciones, las fortalezas de la persona ofreciendo la facilitación, la capacidad y la disponibilidad.
  • Desarrolle pasos claros para antes, durante y después de los círculos, para respaldar la transparencia y el seguimiento. Esto puede incluir, pero no se limita a: compartir preguntas de facilitación con los que participen antes de los círculos (obtener consentimiento); preguntar sobre las necesidades de las partes involucradas y trazar un mapa de apoyos potenciales (centrar la sanación); determinar las personas más adecuadas para facilitar y para ofrecer apoyo (aprovechar y profundizar las relaciones); y designar colaboradores de responsabilidad y fechas clave para el seguimiento de los pasos de acción después de que se complete un círculo (buscar transformación).
  • Discuta el privilegio, la opresión y otras fuerzas institucionales o estructurales relevantes al preparar y facilitar los círculos restaurativos, considerando las maneras en que estas fuerzas estructurales y las experiencias personales relacionadas podrían ser importantes para comprender la instancia específica de daño y para que las partes involucradas puedan sentir que sus experiencias están siendo reconocidas y tomadas en serio.
  • Congreguense como escuela cada trimestre para ampliar las posibilidades de respuestas no punitivas al daño que han demostrado su apoyo al crecimiento del estudiantado, del personal y de la comunidad. Esta congregación debe ser facilitada por líderes de la JR dentro de la escuela, y debe ser tanto pública para la comunidad como transparente en la planificación de sus respuestas.

Lily T., (ella), personal de la escuela: Sólo tenemos un niño judío en toda la escuela. También es el único niño blanco que no es albanés…. no inició en este estudiante, pero otra gente quiso hacer un círculo de nivel dos después de la violencia en las sinagogas. Y un grupo de nuestro personal judío se presentó y tenían tanto agradecimiento de que el estudiantado hubiese elegido crear ese espacio de sanación para toda la comunidad y de que tuvieran la oportunidad de hablar sobre algunas cosas. Y también nuestro personal judío quería hablar específicamente sobre el tema de la solidaridad racial. Y como hay paralelos entre la violencia, y eso fue realmente significativo para nuestra juventud poder escuchar a algunas personas mayores judías.

Exija cambio de política

Aquí hay algunas políticas clave necesarias para apoyar mejor a las comunidades escolares a responder al daño de manera restaurativa:

  • Crear guías de recursos para toda la ciudad de servicios de apoyo del vecindario para la juventud y las familias que no están vinculadas a sistemas de vigilancia policial, vigilancia en general o separación familiar, para que se utilicen en apoyo de los círculos de respuesta al daño.
  • Proporcionar fondos discrecionales a las escuelas para apoyar los próximos pasos que resulten de las respuestas restaurativas al daño, incluido el acceso a apoyos sociales y emocionales para la gente que ha sido perjudicada y para la gente que ha causado daño.
  • Establecer sistemas de datos para rastrear las respuestas al daño y otros problemas escolares que reflejen mejor los procesos restaurativos y un enfoque no punitivo.